Desde el sentir... queremos al barrio La Perla por su tranquilidad, sus buenos vecinos, la cercanía al mar y al centro y los chalecitos típicos de la ciudad... ¡impulsemos ese sentimiento!

Desde el pensar... conocemos los chalecitos, queremos protegerlos, cuidarlos... ¡reflexionemos sobre este patrimonio!

Desde el hacer... procedemos a “echar mano” para preservar lo más característico de los chalecitos, sus fachadas... ¡charlemos sobre cómo y quiénes podrán ayudarnos!


¿Por qué se conoce a La Perla como el barrio y la playa “de los marplatenses”?


Imagen: Ubicación de los sectores centro-norte en el plano fundacional de Mar del Plata de 1874, junto a fotografías de la rambla La Perla cerca del año 1900 y 2009. Fuente: Elaboración personal basada en plano y fotografías antiguas del Archivo y Museo Histórico Municipal Roberto T. Barili y fotografías actuales tomadas in situ.
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El barrio y la playa “de los marplatenses” no se refiere únicamente a los habitantes y veraneantes locales usuales en este sector. Las raíces se encuentran en su historia urbana, ya que La Perla es uno de los barrios más antiguos de Mar del Plata. Poseedor de una topografía particular con barrancos, mar, arena y una de las dos lomas que califican la llanura local, surgió de la mano de inmigrantes italianos, españoles e ingleses que construyeron sus viviendas-balnearios a la vera del mar. Desde 1886-87, a tan sólo 12 años de la fundación de la ciudad (1874), se generaron los primeros balnearios oficiales. La vivencia en la costa era difícil y los temporales e incendios forjaron una progresiva ocupación del territorio y un polo de atracción para la radicación de las nuevas descendencias locales al servicio de la ciudad estable y turística. Asimismo, el veraneo más familiar y tranquilo se desarrollaba de principios del siglo XX en este fragmento urbano-costero. Las dificultades superadas por las familias, dotadas de una visión de futuro y progreso, constituyeron relatos que fueron recorriendo las diferentes generaciones. Asimismo, la construcción de la casa propia resultaba un paso fundamental en este camino de apropiación. Desde 1930, en los comienzos de la apertura turística local, se construiría un tipo de vivienda que caracterizaría al barrio y la ciudad; los chalecitos “estilo Mar del Plata”. Así, la familia Giaccaglia, Pierini, Carboni, Romano, Martínez, Capurro y muchos más, fueron las principales estrellas del sector norte marplatense junto a los chalecitos mencionados. Sus testimonios de vida, aún en boca de muchos abuelos, subyacen en el sentimiento y apelativo local.

Por estas razones, les proponemos generar un “archivo de experiencias y fotografías” de La Perla. Esa charla con el abuelo, entre vecinos o simplemente esa foto tan querida por la familia, ¿por qué no compartirla para acrecentar este sentimiento? Chaleterapia la espera en
chaleterapia@yahoo.com.ar para publicarla prontamente.

¿Cuáles son los chalecitos “estilo Mar del Plata”?


Imagen: En la primera línea se muestran dos villas pintoresquistas de principio de siglo; Ortiz Basualdo (1909) y Devoto (1918). En la segunda línea se muestran dos chalecitos “estilo Mar del Plata” de mediados del siglo XX (1940 y 1945 aprox.) Fuente: Elaboración personal basada en relevamientos fotográficos del 2006/ 2008.
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Los chalecitos “estilo Mar del Plata” construidos principalmente entre 1930 y 1950 son las pequeñas y medianas viviendas que otorgan identidad a la ciudad marplatense, cuyas principales características se condensan en las fachadas o frentes urbanos a través de sus cubiertas de tejas cerámicas, los muros de revoque blanqueado, el uso de piedra Mar del Plata y la madera, con volúmenes articulados que forman el porche y el jardincito. Cada fachada compone un eslabón fundamental del paisaje de la calle y el barrio. Estas características se fundaron desde el pintoresquismo, estilo arquitectónico europeo que se difundió en la Argentina cerca de 1880 como un estilo ecléctico. En lo que respecta a Mar del Plata, en el periodo 1880-1930 el pintoresquismo se articuló con el comienzo del territorio como villa balnearia porteña mediante la construcción de residencias veraniegas o villas de gran porte (como la Villa Ortiz Basualdo de la calle Colón), realizadas por arquitectos e ingenieros mayoritariamente extranjeros. En el periodo 1930-1950 la ciudad balnearia se consolidó y comenzó el turismo masivo. La construcción de villas según las nuevas formas de vacacionar y habitar la ciudad estable, no resultaba acorde a los cambios sucedidos. Más aún con la crisis económica del ´30 que impedía a la burguesía nacional involucrar grandes capitales en las viviendas de veraneo, sumado a que las generaciones devenidas del proceso inmigratorio necesitaban una nueva escala habitacional. Así, se comenzaron a construir chalets más pequeños en terrenos acotados, traducidos de las villas originales y realizados principalmente por constructores e idóneos, muchos de los cuales habían trabajado en esas villas. Con la inauguración de la Ruta 2 en 1938 y las nuevas políticas vacacionales, se generó el “boom” de estos chalecitos “estilo Mar del Plata” que servían para vivir en invierno y alquilar en verano. En estas traducciones las materialidades fueron relevantes y aún hoy constituyen sus rasgos distintivos. Piedras, maderas, ladrillos, revoques, metales y pinturas, trabajados y asociados de una manera particular, resultan los testigos materiales de estos procesos históricos fundantes de nuestra Mar del Plata y La Perla actual.

¿Qué significa hablar de patrimonio arquitectónico-urbano?

Imagen: Caricatura de la unión entre constructores/idóneos, usuarios y arquitectos para la preservación de las fachadas de los chalecitos "estilo Mar del Plata". Fuente: Elaboración personal.
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Cuando se habla del patrimonio arquitectónico-urbano, se hace alusión a las obras públicas y privadas de las ciudades que hemos heredado del pasado y que constituyen un legado fundamental para la sociedad. La disciplina patrimonial procura salvaguardar esa herencia para su disfrute presente y futuro. En términos específicos, una arquitecta que ha dedicado su vida al patrimonio, Marina Waisman, lo define en su libro El interior de la historia (Bogotá, Escala, 1993, pág. 133) como “…todo aquel aspecto del entorno que ayude al habitante a identificarse con su propia comunidad, en el doble y profundo sentido de continuidad con una cultura común y de construcción de esa cultura”. Asimismo, la carta de Cracovia del año 2000, un documento que expresa el avance de la disciplina, especifica que se refiere al “…conjunto de las obras del hombre en las cuales una comunidad reconoce sus valores específicos y particulares y con los cuales se identifica. La identificación y la especificación del patrimonio es por lo tanto un proceso relacionado con la elección de valores”. Estos valores o atributos son los que permiten que una obra, un conjunto de edificios o un fragmento de ciudad se conviertan en bienes patrimoniales. Los valores se transforman de acuerdo a lo que cada sociedad le ha transmitido y le transmite a esos legados. Si bien hay varios tipos de patrimonio con diferentes valores, para comprender a los chalecitos “estilo Mar del Plata” es necesario entender que estamos hablando de un patrimonio modesto. Esta denominación surge de una evolución en la comprensión de los valores patrimoniales, donde no sólo lo monumental entendido como las grandes obras de las ciudades resultan merecedoras de reconocimiento, sino también aquellas más pequeñas que conforman la identidad local a través de la caracterización de particulares ambientes urbanos, destinadas a las clases sociales medias y realizadas por constructores, idóneos y en menor medida profesionales, utilizando técnicas y tecnologías principalmente post-industriales. Así, el patrimonio modesto predominante de Mar del Plata se compone de chalecitos “estilo Mar del Plata”, particularmente desarrollados en el barrio La Perla.

¿Cuáles son los valores de los chalecitos “estilo Mar del Plata? ¿Existen ayudas municipales para cuidarlos?

Imagen: Estructura administrativa municipal para la preservación de los chalecitos "estilo Mar del Plata". Fuente: Elaboración personal.
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Los chalecitos constituyen el patrimonio modesto predominante de Mar del Plata por sus valores, especialmente los de sus fachadas o frentes urbanos. Estos valores se organizan de acuerdo a tres ejes; el artístico-arquitectónico referido al análisis profesional de los bienes, el histórico-social referido a su caracter comunitario y representativo y finalmente el ambiental, referido a las relaciones y cualidades entre éstos y su entorno. Las fachadas “estilo Mar del Plata” poseen:

-Valor “histórico-social”: resultan representativas de los procesos históricos marplatenses, en un camino desde lo monumental a lo modesto, conformando una imagen doméstica identitaria reconocida y apreciada por los habitantes.

-Valor “artístico-arquitectónico”: se destacan por sus materiales y formas organizadas desde los principios del pintoresquismo, generando una corriente estilística particular como expresión local.

-Valor “ambiental”: califican el paisaje urbano a través de la conformación de fragmentos de ciudad homogéneos, junto a su presencia dispersa en todo el territorio, configurando perspectivas singulares.
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Por ello, es importante la protección de las fachadas, tarea que atañe principalmente a sus usuarios. Sin embargo, la Municipalidad facilita ayudas desde un asesoramiento administrativo y técnico específico a través del Área Preservación del Patrimonio. Inscripta dentro de la Secretaría de Planeamiento Urbano y su Dirección de Ordenamiento Territorial, esta área tiene como tarea la gestión tendiente a la preservación de los bienes de la ciudad. Para ello, organiza las declaratorias junto a todas las demás actuaciones patrimoniales principalmente a través del Código de Preservación Patrimonial reglado por la Ordenanza Nº10.075 junto al Decreto Reglamentario Nº1063. Entre muchas otras especificaciones, estas normas establecen la evaluación de los informes del Área hacia su dictamen y aplicación a través de una Unidad de Gestión conformada por integrantes de la Secretaría de Planeamiento Urbano, la Dirección de Ordenamiento Territorial, la Secretaría de Cultura y el Ente de Turismo. Desde el interés inicial del usuario y de acuerdo a los valores de cada bien, se establece un camino de asesoramientos que pueden conducir a importantes beneficios para los dueños de los bienes declarados. En este sentido, el diálogo entre todos los involucrados constituye el sustento para una preservación mancomunada.

¿Cómo se tramita la declaratoria patrimonial de los frentes de los chalecitos “estilo Mar del Plata”?

Imagen: Camino para la obtención de la declaratoria patrimonial municipal de los chalecitos "estilo Mar del Plata". Fuente: Elaboración personal.
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Previamente a la respuesta, es necesario recordar que el Área Preservación del Patrimonio asesora técnicamente no sólo a los usuarios de los chalecitos declarados oficialmente como patrimoniales, sino a todas aquellas personas que se interesen en preservarlos. Solamente es necesario acercarse a la Municipalidad de General Pueyrredón y charlar con los profesionales a cargo. Si lo que desea el usuario es recibir una ayuda patrimonial de otro tipo, como la económica, es necesario que gestione la declaratoria patrimonial oficial. Para ello, deberá armar una carpeta de información que presentará en la Mesa General de Entradas, con los siguientes documentos: una nota que explicite el pedido de la declaratoria con la firma del interesado y la ubicación del inmueble, una constancia de titularidad y de regulación tributaria y fundamentalmente, una descripción de los valores que justifican la solicitud junto a planos originales, fotografías, explicaciones sobre el estado de conservación y usos, etc. Cuando se aprueba la declaratoria, se firma un Convenio donde se especifican los derechos, las responsabilidades y los beneficios entre propietario-Municipalidad-bien. Así, los propietarios se comprometen a conservar el bien y la Municipalidad se compromete a ayudarlos mediante exenciones porcentuales de tasas y derechos municipales, dictado de indicadores y compensaciones urbanísticas especiales, promociones de usos más allá de los permitidos en los distritos, asesoramiento técnico, administrativo y de inspección permanente e incluso flexibilizaciones en las medidas de habilitación. Sólo es necesario acercarse a la Municipalidad y comenzar un camino para el cuidado de las fachadas de los chalets y por ende, de la identidad urbana tan característica de La Perla.

Si tiene dudas que le gustaría resolver antes de acercarse a la oficina Municipal, las esperamos en chaleterapia@yahoo.com.ar para publicar las respuestas prontamente.

¿Qué ayudas prácticas es posible recibir para la preservación de los frentes de los chalecitos “estilo Mar del Plata”? (Piedras)

Imagen: Panorama de las principales ayudas prácticas factibles de ser recibidas. Abajo, ejemplo de suciedades en pétreos. Fuente: Elaboración personal.


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Los chalecitos poseen sus valores condensados principalmente en los frentes mediante el trabajo de piedras, maderas, ladrillos, revoques, metales y pinturas. Con el tiempo, estos materiales se deterioran y resulta necesario realizar reparaciones/ intervenciones y mantenimientos/ actividades de conservación. Por eso, el Área municipal patrimonial brinda ayudas para que el usuario conozca las intervenciones a realizar por los arquitectos/constructores, o bien, para que sepa cómo realizar el mantenimiento. Asimismo, esta oficina cuenta con un Manual realizado por quien escribe para abordar estas tareas a través el desarrollo de cada material en la ciudad y los grupos de deterioros-diagnósticos relacionados junto a las posibles soluciones. A continuación se presenta un ejemplo de asesoramiento para un tipo de deterioro en las piedras, pero es necesario observar la imagen superior para comprender las múltiples recomendaciones factibles de obtener de acuerdo a los casos más usuales (resaltados en gris) y apremiantes en el barrio (resaltados en rojo).

- Sobre el material: las piedras naturales marplatenses son ortocuarcitas con óptimas propiedades de durabilidad y dureza, con coloraciones desde blancos hasta rojizos. Se utilizaron particularmente desde 1925 debido al uso dado por el Ing. Baldassarini. Empleadas en revestimientos, chimeneas, columnas, solias y dinteles, sus tratamientos entre 1930 y 1950 fueron característicos, como el aparejo “bastón roto”.

- Sobre un tipo de deterioro: dentro del grupo físico donde se agrupan los problemas causados por agentes atmosféricos como lluvias, heladas, viento, cambios térmicos y contaminación, se destacan las suciedades. En forma de manchas y chorreaduras grises/negras, se originan por el depósito de partículas atmosféricas sobre las superficies.

- Sobre las acciones de reparación específicas que ejecutará el especialista: previamente a su arreglo, hay que asegurar que no existan fisuras, grietas u otros causantes de humedades para no generar nuevos problemas. Entonces; 1) si existe poca o mediana suciedad: limpieza manual con cepillos blandos y agua, 2) si existe mucha suciedad o si quedaran vestigios: proyección de agua fría o caliente a baja presión y 3) aplicación final de hidrofugantes.

- Sobre las acciones de mantenimiento generales de las piedras, que periódicamente podrá realizar usted mismo: revisar sus cambios según el clima, los crecimientos de vegetación, las manchas de humedad (recordando que el agua encuentra pasajes en/entre materiales y por eso la causa puede estar lejos), verificar la aparición y el movimiento de fisuras/grietas (mediante la colocación de láminas de vidrio de 1mm tomadas perpendicularmente a la abertura) y no utilizar productos de limpieza abrasivos en su cercanía.


Para ayudarlo mejor, Chaleterapia junto a la colaboración del Área municipal patrimonial puede ofrecerle este asesoramiento vía mail a través de chaleterapia@yahoo.com.ar, publicándolo prontamente.